Travel Book – Eurotrip – Un sueño llamado Estambul

Processed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 preset

¡Buen día queridos lectores!

Después de mucho tiempo y como lo prometido es deuda hoy les voy a contar sobre mi última parada en Europa: Estambul. Desde que abrí el blog, cada vez que viajo, pienso en ir anotando mis lugares favoritos para compartirlos con ustedes pero en esta ocasión estuvo más complicado de lo normal ya que quería escribir sobre absolutamente todo. ¡Sin duda uno de los destinos que más me ha gustado!

Conocer la capital de Turquía es uno de esos sueños que cuando se hace realidad, cuesta creerlo. Se siente casi como un viaje en una máquina del tiempo al momento justo donde comenzó el mundo como lo conocemos ahora. Cada rincón, persona, calle, mezquita y plaza guardan tanta historia que los libros no les hacen justicia. La mejor forma de recorrer la ciudad es caminando ya que la mayoría de los sitios turísticos quedan medianamente cerca y en el recorrido pueden descubrir un montón de delicias propias de la cultura turca.

¿Qué comer?

Los que me conocen saben que no como cerdo, tomo mucho té y no me gusta el chocolate y que por eso paso por extraterrestre en muchos lugares. Pues en Turquía fue todo lo contrarío, me sentí como en el paraíso. Todos sus platos son a base de cordero, ternera y pollo lo que me dio la tranquilidad de pedir lo que quisiera aún sin entender la carta.

El Kebab, es el plato obligado para probar porque es el más común, económico y se encuentra en cada esquina. Pero eso no es lo mejor de Estambul, lo mejor son sus postres. El baklava, el más común, es exquisito e inexplicable. No hay palabras para explicar los sentimientos que tengo por ese pastelito que le roba suspiros a cualquiera  amante del dulce. Y se pone mejor, en Turquía los helados son mágicos, tienen la forma más inusual y divertida de servirlos. ¡No se lo pueden perder!

Por último, las bebidas. Es el cielo de los tés, tienen de todo tipo, sabor y clase. No puedo explicar la cantidad de té que traje en mi maleta y que hoy, después de un año, no va ni en la mitad. En el otro extremo está el Ayran, la bebida más extraña que he tomado en mi vida y que de seguro no volveré a tomar. Es como un kumis salado que sirven en una botella plástica y que acompañan con todas las comidas. Pero la peor experiencia fue con las bebidas alcohólicas, habíamos planeado con Andrés que el último día todo sería descontrol pero al llegar la noche lo poco que ofrecían los lugares abiertos era cerveza caliente.

¿A dónde ir?

Recorrer Estambul ha sido una de las mejores experiencias de mi vida pero, lo más emocionante, fue conocer el Bósforo. Cumplir el sueño de ver el puente colgante que une Asia y Europa es una de esas cosas que debería estar en todos los listados de qué hacer antes de cumplir 30.

Pero eso no es todo, para hacer de Estambul aún más especial, la ciudad tiene un puente que conecta la Estambul moderna de la antigua ¡Una cosa de locos! En la parte moderna se encuentran las grandes tiendas, las cadenas de restaurantes, bares y lo más importante, la torre Galata.

Por otro lado, en la parte antigua a mi parecer, está lo mejor de la ciudad y lo que uno realmente quiere conocer cuando viaja a Estambul. Una oferta increíble de museos y mezquitas son una de las tantas cosas que se deben conocer allì. Mis favoritos y lugares obligados son La Mezquita Azul, el Palacio Topkapi, la iglesia de Santa Sofìa y la Cisterna Basìlica. Cada uno más impresionante que el otro.

¿Dónde comprar?

Los dos grandes lugares para ir de compras en Estambul son el Gran Bazar y el Mercado de las Especias que, como su nombre lo indica, alberga cientos de locales en los que se pueden conseguir las mejores especias, tipos de té, chocolates, café y postres en general. La ciudad es un destino comercial por naturaleza y por lo tanto, cuna de los mejores negociadores del mundo para los que hay que estar bien preparado. Es el mejor lugar para comprar alfombras, joyería, cristalería y las mejores replicas de bolsos y zapatos que he visto. Por más que lo intenté no conseguí un solo original.

Así que para llenar la maleta con recuerdos y no morir en el intento el mejor secreto es negociar, no demostrar mucho interés y ser firme. Los turcos saben diferentes idiomas, de diferentes culturas, tienen el súper poder de reconocer el país de origen de una persona con solo mirarla, son increíblemente amables y serviciales por lo que se hace, casi imposible, decirles que no. Al momento de mostrar interés por algún artículo intentan negociar de inmediato en el interior de sus locales al calor de una deliciosa tasa de té. Solo se debe aceptar la deliciosa bebida si de verdad se está interesado en comprar porque de otra manera va a ser complicado salir de allí sin llevarse algo. Yo me traje medio Turquía en mi maleta y espero volver para traerme el resto.

¡Les escribo pronto! 🙂

Processed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 presetProcessed with VSCO with m5 preset

 

Deja un comentario

search previous next tag category expand menu location phone mail time cart zoom edit close