¡Buen día queridos lectores!
Después de varios viajes concluí que lo mejor de viajar es la parte en la que te quedas sin aliento porque no puedes creer lo que estás viendo. Sin importar el destino, cada vez que conozco un lugar nuevo -Que pensé solo ver en las películas, en fotos o por Internet- siento una alegría indescriptible y la necesidad de no parar hasta conocer el mundo entero.
Para empezar la aventura, la presa Hoover es una parada obligada. Más allá de su importancia y la historia detrás de ésta, es una construcción impresionante que se integra con la naturaleza de una manera única y que antecede de forma perfecta al protagonista de este post.
No hay forma de estar preparado para la inmensidad del Gran Cañón, porque ni las palabras, ni las fotos, ni los videos le pueden hacer justicia. Después de estar frente al imponente paisaje del Cañón del Colorado cualquier otro destino queda en segundo plano por lo que se necesita de un pellizco para entender que en verdad estás allí.
Para los que lo quieran visitar les recomiendo hacerlo por el lado oeste, se debe pagar la entrada al parque y hacer un recorrido por tres paradas que muestran lo mejor del viejo Oeste y la mejor vista del lugar. Si lo pueden hacer en helicóptero, ¡Mucho mejor!.
Nosotros manejamos desde las Vegas y fue la mejor decisión porque desde que tocamos Arizona, el desierto se adueñó del paisaje haciendo que el color terracota de las montañas pareciera solo posible en sueños. El Gran Cañón se ha convertido en mi destino natural favorito en el mundo y si lo conocen entenderán porqué.
Camisa: Zara TRF
Jean: Zara Woman
Tennis: Stradivarius
Gafas: Stradivarius
¡Les escribo pronto! 🙂
Make My Day Blog by CORLAG 